jueves, 4 de febrero de 2016

¿Esfuerzo = Recompensa?

Buena pregunta ¿verdad?

Seguramente la gran mayoría de las personas que leáis esto, diréis que no siempre es así, ya que, ¿cuantas veces hemos luchado por conseguir algo y hemos visto que por más que nos esforzamos y por más que ponemos de nuestra parte todo se complica e incluso se nos quitan hasta las ganas de seguir...?

Después de leer esta entrada, espero que veáis como siempre hay que luchar por lo que se quiere cueste lo que cueste y para ello voy a poner una serie de ejemplos y luego veremos las conclusiones que podemos sacar de ellos.

El ejemplo más fácil de entender es el caso de Cristiano Ronaldo,  pues desde que era muy pequeño, ha pasado por muchas penalidades (nació en una familia paupérrima, perdió a su padre a una edad muy temprana...), y ha sufrido mucho, pero a base de esfuerzo, entrega y sacrificio, día tras día, mes tras mes, año tras año, ha conseguido convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo, y todo por mérito propio, por ser insaciable y por querer cada día superarse a si mismo.


Pero para mí, sin duda, el ejemplo mas llamativo, es el de Steve Jobs, que para los que no le conozcáis, fue el fundador de la conocida marca "Apple".

Como bien dijo en un discurso que dió a los alumnos de la Universidad de Standford, comentó entre otras muchas cosas, que sus padres le abandonaron, que tuvo una infancia complicada, y que no fue nada fácil salir hacia delante.

Él en la Universidad, no prestaba atención a las clases, ya que  le aburrían todas excepto la de ortografía.

En un principio no le veía salida alguna, pero como a el le gustaba prestaba mucha atención y gracias a ella, consiguió cambiar la tipografía (fuente) de los ordenadores, cosa que parecía impensable hasta ese momento.

La persistencia en aquello que le gustaba le llevó a triunfar en el complicado y difícil mundo de la informática.










Por desgracia,  no siempre esfuerzo es sinónimo de recompensa.

Pensemos por ejemplo en atletas olímpicos que se esfuerzan diariamente durante cuatro años para poder participar en los juegos y a poco de participar sufren una lesión que dá al traste con tanto esfuerzo, o aquellas personas que se esfuerzan para conseguir buenas notas y así poder estudiar la carrera que les gusta y por pocas décimas no lo pueden hacer, o aquellas personas que preparan concienzudamente unas oposiciones y luego no logran el trabajo soñado...

Pero no olvidemos que en el esfuerzo está la recompensa y no en el resultado.
Un esfuerzo total es una victoria completa.



Podríamos decir que a lo largo de la vida vamos acumulando puntos.

Esos puntos, son los que vamos consiguiendo cuando gracias a nuestro esfuerzo vamos alcanzando etapas en nuestra vida  y sumados todos juntos se convierten en nuestra recompensa, en nuestra llegada a la meta.

Un punto que en un principio puede resultar insignificante, cuando se une a otros muchos se convierte en un punto importante "imprescindible" para alcanzar nuestro objetivo.